El período 2005-2014 fue una de las mejores décadas de la Ciencia Política (CP) brasileña. Para que esto ocurriera, contribuyeron, en primer lugar, el crecimiento de la economía del país y el consecuente aumento del gasto público dedicado a las universidades y a la actividad científica en general y las políticas del Ministerio de Educación. También fue vital para este éxito la acción colectiva eficaz en el seno de la comunidad de politólogos brasileños. Consecuentemente, la CP brasileña se encuentra hoy, en el contexto latinoamericano, más cercana al potencial generado por la población y la economía del país. Además, la disciplina ha sido nacionalizada y su agenda de investigación hoy es menos parroquial. Por el lado negativo, sin embargo, se mantiene la relativamente baja visibilidad internacional de la producción de los politólogos brasileños, se constata la escasa aplicación fundamentada de métodos cualitativos y, recientemente, ha aflorado una considerable inseguridad sobre los recursos disponibles para la disciplina, teniendo en cuenta los años de ajuste fiscal que se avecinan.