Materia viva: Latinoamérica en el proyecto estético de Jorge Oteiza

Resumen

Con el propósito de investigar la escultura prehispánica, Jorge Oteiza viajó a Sudamérica entre 1934 y 1948. Estuvo principalmente en Colombia, Argentina, Bolivia, Chile y Brasil. El objetivo de este artículo es mostrar cómo la estancia en América Latina influyó decisivamente en la elaboración de su proyecto estético, inserto en la modernidad artística de su tiempo, pero profundamente anclado en el territorio vasco. Oteiza intuyó en el estudio de las formas escultóricas ancestrales vascas y precolombinas la existencia de un componente que era del orden de lo vivo, lo que le llevó a conceptualizar la práctica artística como una forma de producir conocimiento basada en procesos materiales, en un encuentro continuo entre cuerpos humanos y no humanos. Oteiza no entendió la materia como una sustancia inanimada de las cosas y de los cuerpos, sino como algo que produce efectos reales sobre lo vivo. Su proyecto estético gira en tono a la pregunta de qué nos hace la materia a nosotros. Para desarrollarlo, fue fundamental entrar en contacto con las reminiscencias que el pensamiento indígena había dejado en la tradición estética latinoamericana, que en los años en los que Oteiza vivió en el continente, estaban siendo revisitadas por numerosos/as artistas y autores cuyos trabajos conoció.